No hay futuro posible es un proyecto de teatro telefónico en el que cuatro actrices o actores (tres extranjeros y uno perteneciente al país en la que se lleva a cabo el proyecto) mantienen una conversación telefónica uno a uno con el espectador creando puentes entre el presente y el futuro.

La ficción transcurre en el 2136 cuando el mundo está por terminarse y la humanidad se encuentra falta de espacios de disidencia para resistir a la catástrofe que se avecina. En respuesta La empresa, organización clandestina, convoca a un grupo muy exclusivo de jóvenes para realizar llamadas telefónicas al pasado. Pertenecientes a contextos distintos comparten una realidad marcada por la incomunicación y la desesperanza que buscarán modificar a través del encuentro con un desconocido.

No hay futuro posible es resultado de una investigación sobre la idea de futuro en nuestra generación y una visible apatía generalizada frente a toda perspectiva venidera. La decisión de utilizar el teléfono de casa como dispositivo, surge del interés de Pentimento por recuperar medios de comunicación que están en desuso para establecer un vínculo con el espectador y generar un acontecimiento performático. El teléfono de casa resulta casi ajeno para generaciones más jóvenes y utilizarlo como medio implica, en sí mismo, realizar un viaje al pasado.

El proyecto ha tenido dos versiones desde 2015:
La primera versión tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. La dramaturgia fue escrita a partir de un proceso de laboratorio realizado con tres actrices de diferentes nacionalidades latinoamericanas que residían en Argentina y una actriz perteneciente al territorio en el cual fue desarrollado el proyecto. La segunda versión se llevó a cabo en el Museo Universitario del Chopo de la Ciudad de México dentro del marco de una residencia artística. Esta vez el proceso de laboratorio fue realizado con tres actores extranjeros latinoamericanos resididos en la CDMX y un actor mexicano.